La limpieza ultrasónica es un transductor que convierte la energía eléctrica proporcionada por la fuente de alimentación ultrasónica en vibración mecánica ultrasónica e irradia ondas sonoras a través de la pared del tanque de limpieza hacia el líquido de limpieza contenido en el tanque. Las microburbujas (núcleos de cavitación) existentes en el líquido vibran bajo la acción del campo sonoro. Cuando la presión sonora alcanza un cierto valor, las burbujas crecen rápidamente y luego se cierran repentinamente. Cuando las burbujas se cierran, se genera una onda de choque, que genera miles de presiones atmosféricas a su alrededor, destruyendo la suciedad insoluble, dispersándola así en el líquido limpiador. Cualquier lugar donde se sumerja líquido y se genere cavitación tendrá un efecto limpiador. No está limitado por la forma compleja de la superficie de las piezas de limpieza, como cavidades, ranuras, hendiduras y agujeros profundos en la superficie de las piezas de precisión, y se pueden limpiar microporos. Estas piezas no se pueden limpiar con métodos de fregado habituales. La limpieza ultrasónica es la mejor opción para mejorar la eficiencia de la limpieza.
Los limpiadores ultrasónicos se utilizan para limpiar muchos tipos diferentes de objetos, incluidas joyas, muestras científicas, lentes y otras piezas ópticas, relojes, instrumentos dentales y quirúrgicos, herramientas, monedas, bolígrafos, palos de golf, carretes de pesca, persianas, instrumentos de pintura en aerosol para automóviles, instrumentos musicales, discos fonográficos, piezas de maquinaria industrial y equipos electrónicos. Son utilizados por muchos estudios de joyería, instituciones de relojería, talleres de reparación de electrónica y laboratorios científicos.